- Betty M. Pérez, Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales. Caracas. Venezuela
- Alicia Cristina Ortega de Mancera, Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales. Caracas. Venezuela
- Thaís Ledezma de Castillo, Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales. Caracas. Venezuela
- Yuly Velazco Gutiérrez, Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales. Caracas. Venezuela
- Marinés Salazar Lioggiodice, Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales. Caracas. Venezuela
- Maritza Landaeta – Jiménez, Fundación Bengoa. Alimentación y Nutrición. Caracas. Venezuela
- Betty Cantillo, Fundación Bengoa. Alimentación y Nutrición. Caracas. Venezuela
- Elijú Patiño, Fundación Bengoa. Alimentación y Nutrición. Caracas. Venezuela
- Jorge Méndez, Fundación Bengoa. Alimentación y Nutrición. Caracas. Venezuela
- Referencia: I Encuentro de Coordinadores de la Red Med – CYTED. Valencia, España del 3 al 5 de Mayo de 2007
Resumen:
Los niños y adolescentes que por diversas razones no viven permanentemente con sus padres, conforman un grupo muy vulnerable con alto riesgo biológico y social y representan un grupo importante en nuestro país. Son atendidos por organizaciones no gubernamentales (ONGs), que funcionan como hogares sustitutos. Algunos provienen de la calle, cambian de una alimentación y nutrición precarias a una de suficiencia alimentaria, que según varios estudios, cambios extremos en la alimentación, pueden ser factores de riesgo de una incidencia más alta de enfermedades crónicas como obesidad, hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Investigaciones nacionales e internacionales, demuestran que los niños pobres tienen una estatura menor, son más livianos y presentan déficit calórico, atribuible al mayor peso de los factores sociales, económicos y culturales en la definición del estado nutricional.
El crecimiento, la composición corporal y el estado nutricional son indicadores sensibles de la salud y pueden ser considerados como elementos confiables del grado de bienestar de una población. En la población en estudio, pueden ser considerados como un componente fundamental de la vigilancia nutricional, para ejecutar políticas públicas de protección en salud y además ser una señal de alerta en presencia de una situación deficitaria, de agresión precoz en el crecimiento y desarrollo. Esto sólo es posible, si se satisfacen las necesidades nutricionales y ambientales fundamentales para crecer y desarrollarse normal.
