Fundación Bengoa
José María Bengoa ha fallecido en su ciudad natal Bilbao. Nos deja a los 96 años de fructífera existencia, rodeado de su esposa Amaya de Bengoa, de sus hijos y nietos. Más allá de su añoranza por los paisajes del país vasco, palpitaba en él un inmenso amor por su tierra de acogida: Venezuela, donde residió por más de 60 años.
Contaba con 25 años cuando contempló por primera vez las empinadas faldas del Cerro El Ávila que se deslizan abruptas hacia el azul del Mar Caribe. Ya nunca sabremos que sintió frente a esa indeleble visión que nos legó Juan Antonio Pérez Bonalde en su “Vuelta a la Patria”. Entonces no volvía; venía por primera vez, y aunque se fue muchas veces, siempre volvió a estas latitudes donde formó familia y desarrolló una inmensa labor que trascenderá a los límites de su existencia humana.
Alguna vez escribió: “Mi exilio comenzó en una pequeño pueblo venezolano: Sanare del Estado Lara. Cuando llegué en 1938, encontré un pueblo que se había quedado detenido en el tiempo. Posiblemente se vivía igual que en el siglo XVII. Vi niños gravemente desnutridos a quienes había que darles 3 ó 4 comidas completas. Así organicé un Centro de Recuperación Nutricional donde atendía diariamente a varios niños, educando a las madres. Permanecían en el centro 8 horas diarias. Un día me visitó el padre Quintana, párroco del pueblo, y me preguntó:
¿Cuándo les da de alta a estos niños, Doctor? Cuando sonrían Padre, cuando sonrían.” Muchos años después, trabajando para las Naciones Unidas, pudo extender los Centros de Recuperación Nutricional hacia Asia, África y América Latina.